La Iglesia es la institución más antigua del mundo, y es considerada a su vez, la primera agencia de comunicación. A lo largo de los siglos, ha empleado diferentes medios para anunciar el Evangelio: el arte, las catedrales, la música… Siempre ha sabido cómo combinar diferentes talentos para crear algo mágico. ¿Por qué no valerse, hoy en día también, de los mejores talentos y los medios más poderosos como la publicidad y las nuevas tecnologías? La religión y el marketing hablan un mismo lenguaje. Jesús, con sus parábolas, usaba la técnica del storytelling, las Cartas a los Apóstoles son ejemplos de marketing directo, y las catedrales, centros de experiencia de marca. Las obras de Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci o Mozart, inspirados en la fuente divina, valen de contenidos auspiciados. A la inversa, la Iglesia tiene sus 4 «Ps», fórmula básica del marketing: producto (Vida Eterna), precio (cero), plaza (la Tierra), promoción (anunciar el Evangelio). Y como una marca, necesita un plan de comunicación, asignar recursos y acelerar los tiempos.
En La Machi creemos que los laicos, expertos en diseño gráfico y comunicación, debemos volcar nuestro profesionalismo para ayudar a la Iglesia a hacer real la percepción de lo sagrado y del misterio, recogiendo y expresando las expectativas y exigencias de nuestro tiempo. Para favorecer este diálogo y este encuentro, buscamos presentar valores tradicionales en una clave moderna, con un código entendible por el hombre de hoy, valiéndonos de una interpretación profunda del paradigma actual y el poder de los nuevos medios de comunicación. Una de las principales innovaciones de nuestra agencia es que en cada proyecto aspiramos a integrar a la Teología de la Comunicación en nuestro proceso creativo, investigando todos los documentos del Magisterio que pueden servirnos para reflexionar y saber cómo cuidar cada mensaje, valiéndonos también de la guía y supervisión de distintos expertos según la temática.