Las empresas deben descubrir la buena causa que llevan dentro

Se dan unas tendencias en el ámbito del marketing que muchas marcas tratan de aplicar y lo hacen de forma ineficiente. Nos referimos a las buenas causas, de alguna manera englobadas en el concepto de responsabilidad social corporativa, que abarcan campos de moda como la ecología o las buenas prácticas. Y lo que se ha dado en llamar marketing de contenidos.

El error de la marcas consiste en tratar con superficialidad estas realidades. Superficialidad literal porque, en la mayoría de los casos, las empresas se apuntan a las causas: colocan su logotipo sobre una iniciativa, contenido, o actividad buena “per se”, pero que poco o nada tiene que ver con su ADN como marca.

El trabajo consiste en investigar y descubrir cuál es la buena causa que subyace en cada una de las actividades corporativas: desde el producto o servicio en sí mismos, a su producción, comercialización o distribución.

No todas las compañías pueden patrocinar actividades ecológicas. Y las que lo hacen deben concretar esta vinculación a un aspecto específico. Es evidente que una papelera puede comunicar sobre la preservación de la masa forestal. Como también es evidente que una compañía que manufactura sus productos en algún país asiático, con bajos costes de producción, debería vincularse más al llamado comercio justo.

Sin embargo, no siempre es todo tan obvio. No es fácil. Pero la función de los responsables de marketing y de las agencias debe centrarse en esa investigación profunda del aporte social de la marca para descubrir qué buena causa es relevante. Y no solo para la marca. Relevante también, y sobre todo, para la audiencia.

Esto exige honestidad. Los disfraces o las máscaras como el green washing no se sostienen en el tiempo y caen, arrastrando en su derrumbe a la imagen pública de la marca y de la empresa. La honestidad consiste en hallar esa verdad que subyace en toda actividad mercantil. Verdad que suele ser, a la vez, buena. Hay muy pocos negocios malos en sí mismos – no hace falta entrar en detalles morbosos -.

En La Machi, ayudamos a que las marcas de nuestros clientes no se “apunten” a las buenas causas. Sino que descubrimos las buenas causas intrínsecas de la empresa. Y desde allí activamos su comunicación creativa. No sólo es más honesto. Es mucho más eficaz.